Articulo de Ignacio Vasallo MARIO GAVIRIA Y EL TURISMO MODERNO
Cuando conocí a Mario Gaviria ya avanzados los años setenta a mí regreso de Estocolmo, tras dirigir allí la Oficina de Turismo, ya había superado el síndrome “ culturalista “ y me alineaba claramente con los “ industrialistas” gracias a la experiencia sueca, donde funcionaban entonces los Turoperadores más avanzados y eficaces del mundo.
Mario y su equipo de cerca de treinta personas, entre los que destacaba Jose Miguel Iribas fallecido hace un par de años, ya habían realizado, gracias al apoyo del Ayuntamiento y a la financiación de una beca March el trabajo seminal “ Benidorm Ciudad Nueva “ dando un vuelco completo a las percepciones turísticas vigentes al defender un modelo denostado por tantos.
La posición de Gaviria tenía más mérito al ser un hombre procedente de la izquierda. Gran luchador en favor del medio ambiente – recibió el Premio Nacional en 2005- no dudo en ignorar a tantos intelectuales pretendidamente izquierdosos y en realidad elitistas.
Mario era sociólogo y su incursión en el turismo era una entre tantas. Como discípulo del francés Henry Lefevbre – uno de los inspiradores del 68- creía que la ciudad debía estar al servicio de los individuos. El maestro llego a afirmar que” Benidorm es la ciudad del mundo más habitable de las construidas después de la Segunda Guerra Mundial “y Mario añadió un punto más al asegurar que era “ la materialización del estado del bienestar”
Gracias a él y su gente pudimos ver la realidad sin prejuicios y admirar como Benidorm ha sido uno de los pocos destinos turísticos que supero fácilmente la crisis gracias a una eficaz gestión de la oferta. Recordaba Iribas que esa ciudad era responsable del cincuenta por ciento de la renta turística de la Comunidad Valenciana pero solo ocupaba el uno por ciento del territorio.
Ningun destino español es tan respetuoso con el medio ambiente. Las urbanizaciones que se pusieron de moda después son consumidoras compulsivas de agua y espacio.
El último gran servicio de Gaviria a la ciudad mediterránea ha sido la recuperación en 2015 del proyecto de convencer a la UNESCO para que Benidorm sea declarado Patrimonio de la Humanidad, tanto material, por su edificación, como inmaterial por la creación de una nueva forma de vida.
Gracias a él ,que abrió el camino, hoy dia ya se puede decir , como hizo Oscar Tusquets cuando inauguro el año pasado su exposición de dibujos y fotografías en Barcelona, “ Prefiero Benidorm a Florencia “ y salir vivo.
Articulo de Ignacio Vasallo 
