
Ignacio Vasallo
El reciente anuncio de la supresión del Consejo de Turismo de México, el refugio político de D Miguel Alemán y sus herederos, ha traído consigo el cierre de sus Oficinas y la práctica del sistema de enviar funcionarios desde la central para dirigirlas. Desaparece casi toda la promoción para dedicar los fondos a mejoras de las infraestructuras como el llamado Tren Maya. Brasil también ha cerrado sus representaciones turísticas en el exterior.
En 1993, el Estado de Colorado suspendió toda la promoción al negarle el Congreso estatal los fondos-12 millones- necesarios. En dos años los ingresos cayeron casi tres mil millones de dólares y hasta veinte años después no se recuperó la situación anterior. Pero eso era antes de internet.
La tendencia a una menor presencia física en los mercados emisores de esas entidades es prácticamente universal. Otra consecuencia de internet. El principal presupuesto operativo de esos entes era el destinado a publicidad en los medios tradicionales que, primero se centralizó y después ha dejado de hacerse al ser sustituida por la promoción digital que se ejecuta desde los Servicios Centrales gracias al inmenso poder de los datos que permiten una mayor personalización tanto de los posibles receptores de la promoción como de los emisores. A su vez los destinos y los alojamientos están sustituyendo a los entes nacionales en esta tarea según se va abaratando el coste de acceso a cada cliente potencial.
En el caso español se ha avanzado en el marketing digital, más por obligación que por devoción, al recortarse los presupuestos de promoción a lo largo de los años de crisis pero no se ha procedido a la necesaria reestructuración de las Oficinas de Turismo en el exterior a anunciada por cada nuevo Gobierno y nunca ejecutada.
Recordemos en primer lugar que ni la Secretaria de Turismo ni Turespaña tienen competencias en materia de turismo sino que actúan por el convencimiento de empresarios y Comunidades Autónomas de la necesidad de una autoridad que coordine y lidere en esta materia. La red de Oficinas es el instrumento más poderoso que tiene Turespaña para ejercer esa función. Las CCAA carecen de presupuestos y capacidad técnica para replicar esa estructura. Cataluña lo está intentado, pero reproduciendo en general los vicios de la organización estatal.
Constatemos en primer lugar que en los últimos treinta años –es decir desde la prehistoria- casi no ha habido cambios en su estructura organizativa. Se ha creado algunas Oficinas como Shanghái, Delhi o Emiratos, pero con escasos recursos, y solo se ha cerrado una. Recordemos que en la reestructuración de1977-78 se cerraron Caracas, Puerto Rico, Tánger, Hamburgo y Marsella .
Todo el modelo está anticuado. Los Directores -funcionarios de Cuerpos Superiores- son nombrados por libre designación entre los que cumplen los laxos requisitos señalados en las correspondientes convocatorias. Nadie espera que hablen el idioma local, excepto donde este es el inglés y a veces el francés y regresan a España al cabo de tres, cuatro años sin haber establecido, en general, importantes relaciones con la industria local. Al no disponer de presupuesto publicitario carecen de interés para los medios de comunicación.
Alguna Oficinas disponen también de Directores Adjuntos algunos de los cuales son becarios de lujo que aprenden el oficio y el idioma. Unos y otros tienen la consideración de expatriados con el enorme coste que eso significa en los presupuestos de la entidad.
La mayor parte del personal está contratado como auxiliar con sueldos miserables. Están en reclamación permanente pues es frecuente que su sueldo sea inferior al salario mínimo local. En las Oficinas de Europa y Estados Unidos suelen ser emigrantes o hijos de emigrantes españoles. El sistema impide prácticamente que haya nativos que accedan a esos puestos -con la excepción lógica de China, Japón y similares-, tanto por la parquedad de los salarios como por la endogamia del sistema que solo permite el acceso a los escasos puestos más cualificados a los que ya están integrados.
El resultado es previsible. En las principales Oficinas siempre hay uno o dos “auxiliares” que llevan a cabo una labor muy por encima de esa categoría como relaciones públicas o relaciones con los agentes de viajes y que superan la escasez del sueldo con el interés del trabajo y la posibilidad de frecuentes viajes a España y otros que esperan pacientemente la jubilación.
Históricamente Comunidades y Destinos usaban a las Oficinas para organizar sus eventos, pero cada vez contratan Agencias de Relaciones Publicas locales para estas funciones.
Una necesaria reorganización implicaría la sustitución del concepto geográfico actual, la drástica reducción de su número y el mayor uso de inteligencia ajena para prestar unos servicios de mayor valor para el conjunto de nuestro sistema turístico.
En la situación actual las Oficinas de Turismo solo disponen de presupuestos para pagar los alquileres de los locales, sueldos para los funcionarios, personal local y gastos como teléfonos, limpieza, electricidad y algo para envios de material. POCO O NADA para Publicidad (centralizado casi en su totalidad en Madrid)y Promoción.
En la prehistoria de las "Oficinas del Renacimiento Turístico" principios de los años 80 las ONETS disponían de presupuestos para Publicidad, Promoción, Viajes de Familiarización, Ferias y Organizar eventos relacionados con la captación de Congresos y Convenciones. En las ONETS de periferia se gastaba solo en 10% en los alquileres, sueldos y otros gastos de oficina etc. y el 90% restante del presupuesto en PROMOCIÓN. No tenia Importancia la ubicación céntrica de la oficina, podían estar en un apartamento fuera del centro ya que lo que tenia preferencia era facilitar información a clientes y a las agencias de viaje en un país y no solo en la capital.
Se recuerda que la "oficina" que cubría Australia y Nueva Zelanda con un Jefe y una secretaria, en 1994 realizo un web de Turismo en 4 IDIOMAS, ingles, español, coreano y japones con más de un millar de fotos que compartían los archivos del sitio. Los primeros dos años y tal vez por la simple razon que no había otras webs con información turística tenían 300.000 visitas y se descargaban más de un millón de paginas de información al mes con un coste anual de 27 $ australianos (17€ ).
Pero eso formaba parte de la prehistoria.
Hoy día las OFINAS DE TURISMO EN EL EXTERIOR están obsoletas gracias a la Maquina Google los turistas, hoteles, low cost airlines y las agencias disponen de TODA LA INFORMACIÓN que necesitan cientos de webs mantienen información detallada de destinaciones, disponibilidad de eventos y fiestas que tienen lugar en todo el mundo 24/7.
Cara al futuro lo que España necesita es un cuerpo profesional muy especializado en la Captación de Grandes Congresos, Ferias, Eventos y Convenciones, que si se obtienen pueden prolongar la temporada en la ciudad o zona una semana o más.
Pero esto es otra historia. wb