Ignacio Vasallo   

                     IL CACCIATORE DI MAFIOSI

 La autobiografía novelada de Antonio Sabella , fiscal del grupo antimafia de Palermo en los años 90 ha sido llevada a la pequeña pantalla, en una serie de 3 temporadas y 22 capítulos. 

El joven fiscal Saverio Barone-Francesco Montanari- se integra en el grupo cuando aún estan recientes tanto el asesinato de los fiscales palermitanos Falcone y Borsalino, como la detención del capo Toto Riina. 

Barone se obsesiona con la idea de terminar con el sangriento clan de los corleoneses, dirigidos por los sucesores de Riina. Barone se enfrenta con sus propios compañeros por su personalísima manera de actuar y con su propia mujer Giada, una espléndida Miriam Dalmaci, a la que termina perdiendo, pero finalmente él y los que le suceden en el puesto, logran los objetivos de terminar -al menos aparentemente- con esa rama tan peligrosa de la mafia siciliana.

Podría haber sido una serie más sobre la mafia pero por primera vez el enfoque se centra en la victoria del estado con un mensaje transparente: a la mafia se la puede combatir; los cazadores están en la propia sociedad. 

La descripción de los mafiosos, algunos realmente cutres, otros profundamente católicos, todos extremadamente violentos, tiene más de Scorsese que de Coppola con una narración dura y realista sin concesiones narrativas. Los que entiendan suficiente italiano deberían verla en versión original en la que los fiscales y los policías hablan italiano con modismos locales y los mafiosos entre ellos siciliano.

El cazador aprendió a cazar -jabalíes en este caso- en su pueblo. Tuvo como maestro a un inteligente joven, unos años mayor que él, que termina como “hombre de honor“ y al que le arrebata la novia y luego le tiende una trampa que termina con su vida. La virtud principal que le transmite es la paciencia.

Lo aprendido en el arte de cazar es lo que después aplicará en su continua caza. Se mete en la cabeza de sus perseguidos hasta conseguir pensar como ellos, lo que le permite ir en ocasiones por delante.

Barone juega siempre al límite, ocultando información a sus compañeros y obligando al fiscal jefe a arriesgar el también. Lleva al límite a alguno de los detenidos a los que convierte en   “pentiti” arrepentidos .

Según avanzan las investigaciones y se suceden los asesinatos el equipo de fiscales termina entendiéndose entre ellos y con la policía y los carabineros para dar ese golpe decisivo a la mafia siciliana, del que todavía no se ha recuperado.

El cazador que tuvo una buena acogida en Italia ha pasado aquí sin pena ni gloria, una propuesta más entre la inmensa oferta de nuestras plataformas, pero tiene más interés que muchas series recomendadas por la crítica.

                                                                Puede verse en Disney.