El samurái católico de Sevilla
Hace 400 años llegó a Sevilla una expedición nipona con objetivos comerciales y religiosos. Recorremos el legado que los japoneses dejaron en la provincia andaluza, donde todavía perviven las costumbres entre sus habitantes.
Todo comenzó en Sendai (Japón) en 1613. Desde allí partió una expedición nipona al mando del samurái Hasekura Tsunenaga, acompañado del franciscano sevillano fray Luis Sotelo, que había viajado a Japón para extender el catolicismo. Una vez cruzaron el Pacífico y el Atlántico, la expedición llegaba un año después a Sanlúcar de Barrameda, desde donde tomarían rumbo por el río Guadalquivir hacia Sevilla.
Hoy la empresa Perfiles de Sevilla organiza una visita guiada por la ruta que hicieron los japoneses que llegaron en el siglo XVII y que comprende Sevilla capital y los municipios de Coria del Río y Espartinas. La actividad acerca al público la historia de la conocida embajada de Keicho, mostrando la relación de sus integrantes con los lugares que la acogieron.