Por sus tapas les conoceréis
Buscamos hueco en las barras más concurridas de la cocina popular para catar sus especialidades estrella
Atención. Este reportaje no es apto para paladares refinados. Los conocimientos gastronómicos de quien esto escribe se encuentran tan lejos de permitirle controlar la alta cocina como lo está su nómina de poder pagar las facturas de los restaurantes en los que se practica.
De lo que vamos a hablar aquí es de productos populares, concretamente de esas tapas cuya fama provoca que los locales que las sirven tomen metonímicamente el nombre de su producto estrella. Aquellas tabernas a las que, independientemente de su razón social, se las conoce como “los mejillones”, “el de la oreja” o “la casa del pulpo”. Y preparen sus brazos, porque en la mayoría de casos no vale la reserva previa; para hacerse un hueco en ellos hay que sacar codo y atravesar un camino de baldosas formado por palillos y servilletas hacia sus concurridas barras.