Tres matrimonios, siete hijos, amante de las modelos y los coches y coqueteos con las drogas, Rod Stewart es la estrella del ‘rock’ que más trabajo ha dado a la prensa rosa… Por Fernando Goitia / Fotos: Cordon Press y Getty Images
Jamás me he separado de una mujer de forma amistosa. “En ese aspecto siempre me he comportado como un absoluto y completo cobarde”. Más allá de drogas, sexo y rock and roll, esta es la confesión que más le habrá costado hacer a Rod Stewart en su Autobiografía [Plaza &Janés], aunque no la única. Siga leyendo.
¡Primero los pechos!
Teniendo 15 años me empecé a interesar por la ropa y el sexo. Una chica me había dejado que le tocase un pecho a las afueras del cine Odeon, en Finchley, al norte de Londres, lo que supuso un enorme progreso. Si le llego a tocar los dos nos tendríamos que haber casado. Luego, otra chica me dejó tocar su tierra prometida, una recompensa que me proporcionó un enorme orgullo y la promesa de no lavarme la bendecida mano durante días. Con una tercera chica, cometí el garrafal error de dirigirme a la segunda base sin pasar por la primera, lo que me costó una tremenda reprimenda: “¡Primero los pechos, por favor!”.