Estaban tan organizados... Nos dijeron que querían matar a 10.000 judíos al día
El tatuaje que identifica a los supervivientes de Auschwitz. (Cordon Press)
A Edith Fox le preocupa que la gente termine olvidándose de lo que pasó en los campos de concentración alemanes hace ya más de siete décadas. Últimamente, ese miedo le ha rondado la cabeza hasta tal punto que manifestaba de forma habitual que quería que en el epitafio de su tumba tan solo se pudiera leer: “Superviviente del Holocausto”. Ni sus amigos ni descendientes conocían los pormenores de su historia. Era demasiado dolorosa, solía decir, hasta que ese miedo creció tanto en su interior que ahora, con 90 años, se ha animado a revelarla.
Su relato, escrito en primera persona, ha aparecido en el 'Arizona Daily Star', diario local del lugar donde vive actualmente, y en el 'Buffalo News', donde aterrizó tras emigrar desde Alemania, conoció a su marido Joseph y crió a sus tres hijos. Fox, natural de la ciudad checa de Teplice, consigue así que los recuerdos de aquellos cuatro años en Auschwitz no mueran con ella.