Un lugar imprescindible en Birmania: el lago Inle
Cuando viajas continuamente corres el riesgo de perder la capacidad de asombrarte. No es que te deje de gustar el perpetuo movimiento ni te ponga menos 14 horas de avión en un asiento modelo Tortura en clase turista que tu cama con colchón de látex. Pero te invade un cierto aroma de déjà vu, la percepción de que te cuesta encontrar cosas diferentes que te emocionen. Llevaba un cierto tiempo así, hasta que la semana pasada descubrí un lugar que me conmovió como hacia tiempo que no me ocurría: el lago Inle, en Birmania.
(*) Paco Nadal es viajero-turista antes que periodista y culo inquieto desde que tiene uso de razón. Estudió Ciencias Químicas pero acabó recorriendo el mundo con una cámara y contándolo. Escribe en EL PAÍS sobre viajes y turismo desde el año 1992. Es también escritor y fotógrafo, colabora con la Cadena Ser, además de presentar series documentales en diversas televisiones.