Un cura, sintiendo cerca su muerte en un hospital, pide al médico que le llame a un diputado y a un senador.
En un unos minutos aparecieron los dos.
El cura les pidió sentarse a cada lado de la cama. El cura les cogió de las manos y se quedó en silencio.
El diputado y el senador estaban muy conmovidos, pero al mismo tiempo se sentían muy importantes por haber sido llamados por un cura a la hora de su muerte.
De tanta angustia, el senador le pregunta:
"Por qué nos has pedido quedarnos aquí a tu lado?"
El cura hizo un esfuerzo y les dijo:
" *Jesús murió en medio de dos ladrones. Me gustaría morir igual* "